¡Respiramos!
Haciendo juegos de respiración lo pasamos genial. ¿Pruebas? Para respirar, cogemos aire por la nariz y luego expulsamos el aire poco a poco por la boca. Te invitamos a hacerlo todas las mañanas y/o todas las noches. Puedes imaginarte que eres un globo que se hincha (llenando la barriga) y luego te desinflas y te quedas sin aire ¡Qué divertido! Imagínate que estás volando y que caes al suelo para desinflarte por toda la habitación. Y, para más ideas, aquí hay otros ejercicios divertidos.
Ahora seguimos trabajando la respiración unida también al movimiento. Verás qué bien te lo pasas. Te ofrecemos algunos enlaces propuestos por MINIPADMINI. ¡Vamos a ello!.
Y, para terminar con la relajación, disfruta con el juego de la semilla. Consiste en imaginarnos que somos una semilla y, con música relajante de fondo, simulamos el crecimiento de un árbol. Te pondrás de rodillas muy encogido/a y, sintiendo la música, eres una semilla dormida que poco a poco va creciendo, estirándose, convirtiéndose en un hermoso árbol gigante con sus ramas, que serán tus brazos, cuando ya estés de pie bien estirado/a y en puntillas, tal como nos explica la psicóloga Raquel Aldana.
Ya relajados, vamos a realizar ejercicios de conciencia fonológica, básicos para el progreso en la lectura y escritura: Adivina qué palabra queda de María Eugenia Romero. ¡Atentos/as y a pensar! Estamos aprendiendo, es normal equivocarse. ¡Cada día lo harás mejor!. Continúa con un juego de rimas.
Vamos a seguir respirando y moviendo la lengua con una canción para practicar el fonema R, ¡es genial!. La canción se repite dos veces, la primera vez se mira el video para recordar, la segunda vez la intentamos cantar de memoria, así la vamos aumentando progresivamente. ¡Así que pon atención a lo que escuchas! Coloca la lengua arriba detrás de los dientes y suelta mucho aire. Recuerda: ¡cómo si fueras en una moto!. El adulto, por favor, dé el modelo de cómo se pronuncia la “R”, gracias. Poco a poco, el aprendizaje está en la práctica, hasta después de los siete años es normal.
Para finalizar, una manualidad a elaborar en familia: ¡la botella de la calma!. Es una botella que puedes hacer en casa para usarla cuando te sientas un poquito molesto/a por algo que te ha sucedido o cuando quieras estar tranquilo/a y concentrado/a. ¿Te animas a hacerla? Escribe en un papel los elementos que has necesitado para introducir en su interior y adornarla, así como el proceso de elaboración. Podrás sacarle una foto o un pequeño vídeo, si te apetece, y enviárselo a tu maestra o maestro. ¡Anímate!
-------Gracias por su inestimable colaboración------
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